El estado de California demandó al presidente de EE.UU., Donald Trump, por haber federalizado sin autorización a la Guardia Nacional para contener protestas en Los Ángeles contra redadas migratorias, una acción que las autoridades estatales califican de inconstitucional.
El fiscal general Rob Bonta y el gobernador Gavin Newsom argumentaron que la medida, ejecutada sin el consentimiento del estado, viola la Décima Enmienda de la Constitución, que garantiza la autonomía de los gobiernos estatales.
“Esto es profundamente injusto y una falta de respeto al servicio de nuestros soldados. Las protestas estaban bajo control, no había necesidad de intervención federal”, afirmó Bonta.
Primera vez desde 1965 sin permiso del estado
De acuerdo con la demanda, es la primera vez en casi 60 años que un presidente activa la Guardia Nacional de un estado sin una solicitud formal del gobernador.
Newsom subrayó que California ha sabido actuar en momentos críticos:
“Llamamos a la Guardia Nacional cuando hay incendios o protestas que lo requieren, como en 2020. Pero este no es el caso. No la pedimos, y no la aceptamos”, declaró.
El conflicto se agravó con las declaraciones del funcionario de la Casa Blanca Tom Homan, conocido como el ‘zar de la frontera’, quien insinuó que tanto Newsom como la alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass, podrían ser arrestados por interferir con la aplicación de la ley migratoria.
Newsom respondió tajante:
“Tom, arréstame.”
Horas después, Homan matizó que no hay planes de detención, pero sí advirtió que el gobierno federal no tolerará obstrucciones.
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