El Ministerio de Sanidad de Gaza, bajo el control del grupo islamista palestino Hamás, ha declarado un “colapso total” del sistema de salud en la Franja debido a la falta de combustible y los bombardeos continuos por parte de Israel. Las instituciones sanitarias han dejado de funcionar, y los hospitales que aún están abiertos no pueden proporcionar servicios adecuados.
Según el Ministerio de Sanidad de Gaza, más de 7,000 enfermos y heridos necesitan tratamiento urgente, pero los servicios de salud en Gaza no tienen los recursos necesarios para atender a estas personas. La falta de respuesta de la comunidad internacional a las advertencias previas sobre la saturación del sistema sanitario ha agravado la crisis.
Los hospitales se han visto obligados a convertirse en refugios para los desplazados, lo que dificulta la atención médica y expone a los pacientes a infecciones. Además, la falta de suministros, agua e higiene en los centros médicos ha llevado a la rápida propagación de epidemias y enfermedades entre los pacientes.
El Ministerio de Sanidad de la Autoridad Nacional Palestina (ANP) también ha confirmado el colapso sanitario en Gaza. Señaló que los suministros que tenían para un mes se agotaron en un solo día. Doce de los 35 hospitales en Gaza han dejado de funcionar debido a la falta de recursos.
Esta crisis humanitaria es el resultado de la guerra en curso entre Israel y Hamás, que ha causado una gran cantidad de muertes y heridas, así como una destrucción generalizada en Gaza. La población civil, y en particular los enfermos y heridos, se ven atrapados en medio de esta crisis sin recibir la atención médica que necesitan desesperadamente.
La situación actual subraya la urgente necesidad de un alto el fuego y la provisión de asistencia humanitaria para la población de Gaza. La comunidad internacional debe tomar medidas para abordar esta crisis y poner fin a la violencia que ha causado tanto sufrimiento en la región.
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