La demolición del puente conocido como “El Trébol” en Cancún ha dejado a muchos habitantes e incluso turistas con una sensación de nostalgia por los recuerdos que este puente representa.
Construido en los años 70 junto con la terminal aérea, este puente no sólo fue una importante vía de acceso para miles de personas, sino que también estaba cargado de historia y leyenda.
Trabajadores mayas pedían permiso a los aluxes
La historia del puente comenzó con la construcción de la estructura, ya que algunos trabajadores comenzaron a experimentar pequeños incidentes que llamaron su atención.
La mayoría de estos trabajadores eran de origen maya, y comenzaron a insistir en que debían pedir permiso a los aluxes, espíritus de la cultura maya, para poder llevar a cabo la obra sin complicaciones.
No fue hasta que los incidentes se hicieron más frecuentes que los ingenieros encargados de la obra decidieron aceptar la sugerencia de los trabajadores y ordenaron construir una pequeña casita para los aluxes, lo que mágicamente terminó con los incidentes en la obra.
“El trébol” y “Casita de los aluxes”, lugares emblemáticos de Cancún
Desde entonces, este puente se convirtió en uno de los lugares más emblemáticos de Cancún, y ha sido testigo de muchos cambios en la ciudad.
Sin embargo, su demolición junto con la “Casita de los Aluxes” ha dejado un vacío en la comunidad cancunense.
La demolición del antiguo puente se llevó a cabo debido a la construcción de una nueva vialidad que busca mejorar el flujo vehicular en la zona.
Aunque esto era algo necesario para la ciudad, muchos habitantes han expresado su tristeza por la pérdida del puente y de la “Casita de los Aluxes”, que representaban un pedazo importante de la historia de Cancún y de la cultura maya.
Habitantes se despiden de “El trébol”
El operativo de seguridad vial que se implementó durante la demolición del puente fue todo un éxito, gracias a la colaboración de las autoridades y de los habitantes de la zona.
Sin embargo, esa noche también se vivió una mezcla de sentimientos encontrados, ya que muchos habitantes se reunieron para despedirse del famoso “Trébol” y la “Casita de los Aluxes”.
Aunque se trata de una pérdida para la ciudad, también es importante recordar que el cambio es inevitable y que la nueva vialidad traerá beneficios para todos los habitantes de Cancún.
Lo importante es preservar la memoria de lo que fue el “Trébol” y la “Casita de los Aluxes”, para que las futuras generaciones puedan conocer la historia y la cultura de esta gran ciudad.
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Fuente: Novedades Quintana Roo
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