Los sindicatos se convierten en un pleonasmo político para Quintana Roo.Por: Regina Galván
Los sindicatos y organizaciones sociales que inicialmente buscaban protección y beneficio para sus agremiados en Quintana Roo, hoy se han convertido en un negocio lucrativo para unos cuantos líderes bajo la complicidad de autoridades que exigen pagos y respaldo político. Esas organizaciones han permitido crecer política y económicamente a algunos personajes afines al gobierno en turno.
Pese a que, en Cancún no se cuenta con datos demográficos que permitan realizar un diagnóstico del comercio ambulante en zonas turísticas, se considera que más de setecientas familias pagan cuotas por el derecho a trabajar ahí. Esos pagos van desde cuatrocientos hasta novecientos pesos semanales, dependiendo de los productos que comercializan y en el actual período vacacional se limitan los horarios de venta por la presencia de la gendarmería en la zona con quienes se “tienen acuerdos”.
Ante ello, la actividad de la ZOFEMAT está ausente, el ayuntamiento de Benito Juárez finge que no pasa nada y el Gobierno del Estado sólo está pendiente del 3% sobre impuesto al hospedaje que ingresa a sus finanzas sin ser auditados, cuyo tema abordaré en otra entrega.
A esta fecha, los vendedores ambulantes en este Estado representan una carnaza política y se extiende a otras actividades como los músicos, los acomodadores de autos o los ambulantes de semáforos. Por ello, pronto veremos surgir algunos agremiados ungidos de poder sindicalista que puedan sumar votos coactados para el candidato a Gobernador de MORENA, pues está claro el descontento del sector con el candidato Felixiano y más aún de los Joaquínistas, pero el borgismo apostará por incrustar personas con la oposición aliada como Pech Varguez, Greg Sánchez o Luz María Beristain.
Esperemos socráticamente para ver si es verdad, es bueno y es útil.