El día de ayer, dos autobuses de migrantes sudamericanos llegaron a la residencia de la vicepresidenta de EE.UU., Kamala Harris, en Washington.
Mientras la vicepresidenta salía de la Sala Este de la Casa Blanca después de haber participado en un discurso, un reportero le pidió su opinión sobre la reciente llegada de migrantes cerca de su residencia a lo que Kamala simplemente lo miró y siguió caminando, ignorándolo por completo.

Alrededor de100 migrantes, mayormente de Venezuela, que fueron desplazados desde Eagle Pass hasta la puerta de guardia principal del Observatorio Naval poco antes de las 7 de la mañana.
Esta situación ocurrió días después de que la vicepresidenta comentará en que “la frontera es segura” pese a que diariamente miles de inmigrantes de Sudamérica llegan a territorio estadounidense desde México.

En los últimos meses, el gobernador del estado de Texas, Greg Abbott, amplió su estrategia de enviar inmigrantes a Washington, Nueva York y Chicago, todas ciudades dirigidas por alcaldes demócratas.
La vocera de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, acusó a Abbott de dar aviso a Fox News sobre la llegada del autobús, pero no de discutirlo con el Departamento de Seguridad Nacional o la ciudad de Washington.