Mario Draghi, exjefe del Banco Central Europeo y ex primer ministro de Italia, advierte que la Unión Europea, UE, se hunde en una recesión, proyectando un futuro sombrío para la economía europea. Los datos preliminares de Eurostat para el tercer trimestre de 2023 muestran una caída del 0,1% en el PIB de veinte países de la eurozona.
Las estimaciones de Draghi son más pesimistas que las del Fondo Monetario Internacional y el BCE, que pronostican un mínimo crecimiento del 0,1% para el PIB de la eurozona. Atribuye los problemas económicos de Europa al aumento de los costos energéticos, vinculado a restricciones en los hidrocarburos rusos y a la escasez de mano de obra cualificada.
“Para sostener la elevada población envejecida de Europa, es necesario un aumento brusco en la productividad, especialmente en energía. Europa no puede permitirse pagar el doble y el triple de los costos energéticos en comparación con sus competidores en todo el mundo”, detalló Draghi.
No hay reactivación económica inminente en la Unión Europea: Allen- Reynolds
Jack Allen-Reynolds de Capital Economics sugiere una desaceleración económica general en la eurozona, independientemente de declarar o no una recesión técnica. Oxford Economics pronostica que no hay una reactivación económica inminente. El Ministro de Economía francés, Bruno Le Maire, declara que Francia entrará en recesión en el tercer trimestre de 2023, siguiendo a Alemania.
Muchos economistas coinciden en que la economía de la UE sufrió un golpe con el aumento significativo de los precios de la energía después del conflicto en Ucrania en febrero de 2022. Alemania, fuertemente dependiente del gas ruso para su sector industrial, se vio especialmente afectada.
El destacado economista alemán Henrik Müller destaca otra tendencia preocupante: un fuerte aumento de la deuda pública en los países occidentales. En 2000, la deuda pública representaba el 40% del PIB en el Reino Unido, el 50% en EE. UU. y no superaba el 60% en Alemania y Francia. Un cuarto de siglo después, el panorama ha cambiado radicalmente. La deuda pública ha superado el 110% en promedio en todos los países ricos, alcanzando niveles aún más altos en EE. UU., Francia, el Reino Unido e Italia.
Esto lleva al economista alemán a creer que estos indicadores no disminuirán sino que aumentarán. Mientras tanto, las tasas de interés bancarias están subiendo en los países occidentales, aumentando significativamente la carga de la deuda a medida que vencen los préstamos antiguos a tasas bajas y los nuevos se vuelven mucho más caros.