La industria de la moda ha sufrido un incremento acelerado en los últimos 20 años, así como nuestro consumo, puesto que hoy en día tenemos 5 veces más prendas que nuestros antepasados.
De acuerdo a Sustain your Style, la industria de la moda rápida
o fast fashion es la segunda más contaminante del mundo, después de la del petróleo.
Con el crecimiento del mercado, crece también el daño al medioambiente.
Entre ellos, podemos encontrar:
- 30% de la polución industrial del agua viene del tratamiento y teñido de textiles
- 200 mil toneladas de teñidos se derraman a mantos acuíferos cada año
- 190 mil toneladas de microfibras plásticas se derraman al océano cada año
- 5.2% de los textiles terminan como rellenos sanitarios
Cómo se ha atacado este problema
Si bien existen varios países, principalmente Estados Unidos, Europa y Australia, que comercializan la ropa de segunda mano, la cantidad que se descarta sigue siendo descomunal.
Un caso particular es el documentado por la BBC en el desierto de Atacama en Chile.
Este desierto se encuentra a la altura de la ciudad de Iquique, a 1800 km de la ciudad de Santiago, un fuerte polo de polución.
Iquique es una Zofri o Zona franca de Iquique, que permite la importación libre de impuestos. Esto y gracias a la legislación chilena, ha permitido la importación de 59 mil toneladas anuales de ropa usada.
Aquí hay instaladas al menos 50 importadoras que luego distribuyen a lo largo de Chile para su venta.
Se calcula que alrededor de 40 mil de ellas termina descartándose. La razón, del año 2000 al 2014 se duplicó la producción de ropa en el mundo, la velocidad de descarte también lo hizo.
Esto implica que la calidad ya no puede ser la misma, ya que se pone mucha más presión en los recursos para su producción. El comportamiento del consumidor y su educación también han sido factores determinantes.
Lo que no se vende o dona en esos países (a veces porque está dañada) termina siendo enviada a otros países como Chile, India o Ghana.
De acuerdo con Patricio Ferreira, alcalde de la comuna de Alto Hospicio, donde se encuentra esta industria, los importadores de la zona franca “contratan fleteros, o un camión recolector, y les pagan para que vayan a botar a cualquier parte“.
¿Soluciones en puerta?
El tema radica en la complejidad de hábitos construidos al consumidor, quien busca la moda de manera constante, y una industria construida alrededor.
Sin embargo, existen soluciones y alternativas para mitigar estos problemas y la polución. El primer paso consiste en crear conciencia y voluntad de cambio.
Esto implica que al comprar adquiramos calidad no cantidad. Asimismo cuidar nuestra ropa no pensando que “podré sustituirla fácilmente”.
Comprar ropa usada es parte del ciclo sostenible pero no es toda la solución.
Existen marcas que se han enfocado en producción de moda sostenible.
Un ejemplo es Patagonia, ropa de moda deportiva con tecnología. Esta marca apostó al ofrecer a sus clientes la reparación de sus prendas. Desde 2015 ha reparado más de 50 mil prendas para sus clientes.
Asimismo, dona el 1% de sus ventas a organizaciones ecologistas.

Es un hecho que la oferta de moda sostenible es aún limitada y menos accesible que ir al centro comercial más cercano a llenar nuevamente tu ajuar.
Pero no hay que subestimar estos cambios en el comportamiento del consumidor, puesto que hace 15 años también era difícil encontrar oferta de productos orgánicos. Hoy hay supermercados completos.
En cuanto al precio, sí es más elevado que en una tienda de moda rápida, pero ahora sabemos qué hay detrás de esos precios tan bajos.
El portal Sustain your Style nos plantea diferentes aspectos a considerar al terminar la vida útil de tus prendas.
- No tires tu ropa en los contenedores normales. La mayoría de ellas están compuestas por fibras sintéticas no biodegradables y se acumulan en el vertedero. Hay otras opciones:
- Intenta repararlas. A veces, con un poco de imaginación, puedes reparar o incluso rediseñar una prenda rota.
- Dona tu ropa a tus amigos, familiares, vecinos o a la beneficencia.
- Véndelos en aplicaciones de segunda mano,
- Algunas tiendas de ropa aceptan ropa usada de su propia marca o incluso de otras marcas.
- Deposítalos en el contenedor de reciclaje textil. Los textiles pueden reciclarse para fabricar nuevas prendas.
- Compra segunda mano, o realiza intercambio de prendas.
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