Rafael Sansores Majul, influencer en la red social de tipo profesional LinkedIn, hizo reflexionar a sus seguidores acerca la de valorar su tiempo, aprender a separar su vida personal con laboral y no volverse un workaholic.
¿Cómo identificar a un workaholic?
- No tienen distinción entre la vida laboral y personal.
- Posicionan el trabajo como el centro de su vida y lo ven como un impulso del que siempre deben estar pendientes.
- Ejecuta tareas aún estando enfermo.
- Trastorno compulsivo de seguir trabajando.
- Muestra un desinterés continuo por cualquier otra actividad relacionada con su vida personal.
La palabra se conforma por las palabras en inglés “work” y “alcoholic” y hace referencia a la adicción laboral.
La adicción al trabajo en Latinoamérica
Los empleos latinoamericanos se caracterizan por tener largas jornadas laborales de trabajo, burnout, cultura laboral estresante, constante competencia interna, exigencias laborales y líderes adictos al trabajo, lo que ha ocasionado que muchos de se cataloguen como “workaholic”.
De acuerdo con datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), en Latinoamérica los trabajos no respetan la división entre vida personal y trabajo: el 28 por ciento de los empleados de Colombia trabajan más de 50 horas a la semana y según datos de OCC Mundial, el 55 por ciento de los mexicanos son adictos al trabajo.
Los trabajos excesivos o entornos laborales negativos pueden causar problemas físicos y psíquicos, como ansiedad y depresión, indica la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Asimismo, que un trabajador se encuentre bajo esas condiciones no beneficia en nada a las empresas, ya que tiene repercusiones económicas importantes debido a que la productividad se reduce y se estima que anualmente se pierde 1 billón en la economía mundial.
Equilibra espacios y tiempo
Ser adictos al trabajo no solo afecta el bienestar emocional, también la productividad y es algo que empleados y empresas deben considerar.
Por ello, Rafael Sansores Majul asegura que estar 24 horas disponible para tu jefe y tus clientes no hace mejores trabajadores, ni empresarios.
“Valora tu tiempo, respeta tus horarios, tu salud y tus prioridades”, comentó en una publicación.
Y es que el cuerpo y mente necesitan descanso y si no existe por ende disminuye la productividad y la calidad del trabajo.
“No porque me puedas contactar las 24 horas significa que te tengo que contestar las 24 horas”, concluyó.
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