Se han reportado preocupaciones por parte de los habitantes del tramo 6 del Tren Maya, que abarca una zona de 135 kilómetros entre las localidades de Calkiní y Tizimín en el estado de Yucatán.
Según los habitantes, la construcción del tren está teniendo un impacto negativo en sus comunidades, incluyendo un aumento en los niveles de inseguridad, así como la pérdida de tierras y recursos naturales. Además, se han reportado daños a la flora y fauna local, lo que ha generado preocupación entre los grupos ambientalistas.
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Por su parte, el gobierno federal ha asegurado que el proyecto traerá importantes beneficios económicos y sociales a la región, incluyendo la creación de empleos y el impulso del turismo. Sin embargo, algunos habitantes se muestran escépticos y argumentan que el costo ambiental y social del proyecto podría ser mayor que sus beneficios.
El tramo 6 del Tren Maya es solo uno de los muchos segmentos que conforman este ambicioso proyecto de infraestructura, que busca mejorar la conectividad en una de las zonas más turísticas de México. Sin embargo, a medida que avanzan las obras, se hace evidente que el proyecto no está exento de controversia y que existen preocupaciones legítimas por parte de algunos sectores de la población.
Con información de Animal Político.