Decenas de barcos llenos de gas natural licuado (GNL) se encuentran en espera frente a las costas de España, de Portugal, de Reino Unido y de otras naciones europeas.
Pese a la gran demanda que hay de este combustible fósil, hay tanqueros que tienen días esperando para entregar su carga.
Luego de invadir Ucrania en febrero, Rusia redujo el suministro de gas a Europa, lo que desencadenó una crisis energética que disparó el precio del gas.
“Lleva pasando unas 5 o 6 semanas”, dijo Augustin Prate, vicepresidente de Mercados de Energía y Materias Primas de Kayrros.
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